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Por qué el hogar es la próxima frontera en el marketing

El coronavirus ha obligado al consumidor (no le queda otra) a replegar las alas en su propio hogar y poner el foco en las comunidades de naturaleza local. Pero parece que el cambio espoleado por la pandemia no será temporal ni mucho menos y se dilatará en el tiempo.

El coronavirus ha obligado al consumidor (no le queda otra) a replegar las alas en su propio hogar y poner el foco en las comunidades de naturaleza local. Pero parece que el cambio espoleado por la pandemia no será temporal ni mucho menos y se dilatará en el tiempo.

De acuerdo con un reciente estudio global de Accenture, estamos a las puertas de la nueva «década del hogar» y en este nuevo contexto a las marcas y a los retailers no les quedará más remedio que dar una vuelta de tuerca a sus productos y servicios para revestirlos de experiencias de tipo local.

La creciente inseguridad del consumidor en los espacios públicos, maridada con su zozobra por una situación económica que parece empeorar por momentos, hará que la gente siga recluyéndose en sus casas a medio y largo plazo.

De hecho, el 69% de los consumidores profetiza que sus actividades sociales en los próximos seis meses se desarrollarán o bien en casa o bien en espacios virtuales.

Además, el 53% de las personas que jamás antes habían hincado el diente al teletrabajo prevé acogerse a la fórmula el «home office» con más frecuencia en el futuro.

El COVID-19 parece, por otra parte, haber dado fuelle a las compras de naturaleza local. El 56% de los consumidores admite que la pandemia les ha hecho comprar con más asiduidad en comercios locales, mientras que el 79% prevé seguir haciendo a largo plazo.

El 56% de los consumidores busca de manera activa productos con raíces locales y el 84% seguirá privilegiando a este tipo de productos en su cesta de la compra en el futuro.

Las marcas deben adaptarse al carácter cada vez más hogareño del consumidor (un cambio en el que parece no haber marcha atrás)

La inseguridad financiera es citada por el 50% de los consumidores como una de sus tres principales preocupaciones de cara a los próximos seis meses.

En este sentido, el 54% de los consumidores admite mirar más el precio que antes a la hora de llevar a cabo sus compras. En términos generales el consumidor arroja actualmente en el carrito de la compra más marcas de gama media y menos marcas de gama alta.

Así y todo, el 12% de los consumidores dice haber dado fuelle a la compra de marcas premium (aunque el 57% de quienes han incrementado el consumo de marcas de gama alta tienen ingresos elevados).

«El hogar es ahora la próxima frontera –se ha convertido en el lugar de trabajo, en la escuela, en el lugar para emprender nuevos hobbies, en el sitio para socializar y en una suerte de santuario de la seguridad-, por lo que las marcas deben tener necesariamente en cuenta esta nueva realidad», explica Oliver Wright, managing director y responsable de la división global Consumer Goods de Accenture.

Las marcas «deberán ir más allá de las tácticas tradicionales y ser más creativas, agasajando a sus clientes con experiencias virtuales y premium y personalizando sus porfolios para así aguijonear el engagement de su clientela», enfatiza Wright.

«Las empresas deben reforzar sus capacidades en el ámbito de la analítica para comprender adecuadamente el impacto de la pandemia en su negocio desde un punto de vista local», señala, por su parte, Jill Standish, senior managing director y responsable de la división Retail de Accenture. «Además de hacer sentir cómodos a sus clientes fuera del hogar mediante estrictas medidas de seguridad, los retailers no deben perder de vista sus propios espacios físicos, que podrían tener que reinventar alumbrando espacios temporales como los pop-ups stores imbricados en determinadas comunidades locales», añade.

El coronavirus ha obligado al consumidor (no le queda otra) a replegar las alas en su propio hogar y poner el foco en las comunidades de naturaleza local. Pero parece que el cambio espoleado por la pandemia no será temporal ni mucho menos y se dilatará en el tiempo.

De acuerdo con un reciente estudio global de Accenture, estamos a las puertas de la nueva «década del hogar» y en este nuevo contexto a las marcas y a los retailers no les quedará más remedio que dar una vuelta de tuerca a sus productos y servicios para revestirlos de experiencias de tipo local.

La creciente inseguridad del consumidor en los espacios públicos, maridada con su zozobra por una situación económica que parece empeorar por momentos, hará que la gente siga recluyéndose en sus casas a medio y largo plazo.

De hecho, el 69% de los consumidores profetiza que sus actividades sociales en los próximos seis meses se desarrollarán o bien en casa o bien en espacios virtuales.

Además, el 53% de las personas que jamás antes habían hincado el diente al teletrabajo prevé acogerse a la fórmula el «home office» con más frecuencia en el futuro.

El COVID-19 parece, por otra parte, haber dado fuelle a las compras de naturaleza local. El 56% de los consumidores admite que la pandemia les ha hecho comprar con más asiduidad en comercios locales, mientras que el 79% prevé seguir haciendo a largo plazo.

El 56% de los consumidores busca de manera activa productos con raíces locales y el 84% seguirá privilegiando a este tipo de productos en su cesta de la compra en el futuro.

Las marcas deben adaptarse al carácter cada vez más hogareño del consumidor (un cambio en el que parece no haber marcha atrás)

La inseguridad financiera es citada por el 50% de los consumidores como una de sus tres principales preocupaciones de cara a los próximos seis meses.

En este sentido, el 54% de los consumidores admite mirar más el precio que antes a la hora de llevar a cabo sus compras. En términos generales el consumidor arroja actualmente en el carrito de la compra más marcas de gama media y menos marcas de gama alta.

Así y todo, el 12% de los consumidores dice haber dado fuelle a la compra de marcas premium (aunque el 57% de quienes han incrementado el consumo de marcas de gama alta tienen ingresos elevados).

«El hogar es ahora la próxima frontera –se ha convertido en el lugar de trabajo, en la escuela, en el lugar para emprender nuevos hobbies, en el sitio para socializar y en una suerte de santuario de la seguridad-, por lo que las marcas deben tener necesariamente en cuenta esta nueva realidad», explica Oliver Wright, managing director y responsable de la división global Consumer Goods de Accenture.

Las marcas «deberán ir más allá de las tácticas tradicionales y ser más creativas, agasajando a sus clientes con experiencias virtuales y premium y personalizando sus porfolios para así aguijonear el engagement de su clientela», enfatiza Wright.

«Las empresas deben reforzar sus capacidades en el ámbito de la analítica para comprender adecuadamente el impacto de la pandemia en su negocio desde un punto de vista local», señala, por su parte, Jill Standish, senior managing director y responsable de la división Retail de Accenture. «Además de hacer sentir cómodos a sus clientes fuera del hogar mediante estrictas medidas de seguridad, los retailers no deben perder de vista sus propios espacios físicos, que podrían tener que reinventar alumbrando espacios temporales como los pop-ups stores imbricados en determinadas comunidades locales», añade.